domingo, 1 de noviembre de 2009

Sucre y su familia

Antonio José de Sucre nace en Cumaná (Edo. Sucre) el 3 de febrero de 1795 y es asesinado en Berruecos (Colombia) el 4 de junio de 1830

Oficial (general en jefe) del Ejército de Venezuela, Colombia y Ecuador, Gran Mariscal de Ayacucho (Perú). Presidente de Bolivia. Político y estadista. Hijo del teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá y Sánchez. Se le considera el militar más completo y cabal de los próceres de nuestra Independencia. Fue un paradigma en el estricto cumplimiento de su deber; era inflexible, duro y justo. Su padre, sus 2 abuelos y 4 bisabuelos y los más de sus tatarabuelos, fueron militares. Perdió su madre a los 7 años. Adolescente fue enviado a Caracas al cuidado de su padrino el arcediano de la catedral, presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para iniciar estudios de ingeniería militar en la Escuela de José Mires. En 1809, con su hermano Pedro y otros jóvenes, integró como cadete la compañía de Húsares Nobles de Fernando VII, en Cumaná, unidad organizada por Juan Manuel de Cajigal y Niño, gobernador de la provincia de Cumaná.

sábado, 31 de octubre de 2009

Su vida a lo largo del tiempo junto a sus mandatos.

En 1810, la Junta de Gobierno de Cumaná le confiere el empleo de subteniente de milicias regladas de infantería. Este grado fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6 de agosto de ese mismo año. En 1811 desempeña en Margarita el cargo de comandante de ingenieros. El 31 de julio de ese año recibió el despacho de teniente. En 1812 se halla en Barcelona, en calidad de comandante de la artillería. Allí, el 3 de julio del citado año, junto con otros ciudadanos notables, firmó el acta de la junta de guerra que se reunió aquel día para resolver lo conducente a la seguridad de la República, a raíz de los acontecimientos en Caracas (ofensiva de Domingo de Monteverde) y la ocupación de Cúpira por un grupo de partidarios de Fernando VII.
Empezaba su carrera de gobierno en la cual desempeñaría todos los cargos de la Administración civil hasta presidente de la República en Bolivia. El 7 de octubre del mismo año (1817) recibió el nombramiento de jefe de Estado Mayor de la división de la provincia de Cumaná, bajo las órdenes del general Bermúdez, nombrado comandante de la citada gran unidad.
El 11 de enero de 1821, en Bogotá, fue nombrado por Bolívar comandante del Ejército del Sur, en reemplazo del general Manuel Valdés; era la fuerza que, desde 1820, operaba en Popayán y Pasto. No recibió Sucre el cargo porque razones de Índole estratégica y política hicieron que Bolívar anulase tal designación y le diese comisión para marchar a Guayaquil, donde reemplazaría al general José Mires y asumiría la misión que se le había encomendado: la de hacer que la provincia (la cual se había independizado de los españoles en octubre de 1820) se incorporase a la República de la Gran Colombia y tomar el mando de las tropas que hubiese en Guayaquil, como pasos previos para la liberación de Quito, que era el propósito principal de las operaciones que se ejecutasen. El 6 de abril llegó Sucre a Guayaquil y al presentarse ante la Junta de Gobierno, expuso la razón de su presencia allí y de la idea de una unión de la provincia con Colombia. El 15 del mismo mes fue celebrado un tratado entre Sucre (por Colombia) y José Joaquín de Olmedo, Francisco Roca y Rafael Jimena, miembros de la Junta. El tratado estipulaba que Guayaquil mantendría su soberanía, pero bajo la protección de Colombia.
El 30 de mayo recibió Sucre el nombramiento de comandante del Ejército Unido, y el 21 de julio fue proclamado jefe supremo militar, cargo aceptado por Sucre con la condición de ejercerlo solamente en el teatro de la guerra. A pesar de la victoria de Santa Cruz en la batalla de Zepita (25.8.1823), la campaña degeneró en fracaso. Sucre retornó a Lima, después de su retirada de Arequipa.
El 1 de septiembre del mismo año llegó Bolívar al Perú, y desde el mismo día contó con la cooperación de Sucre en la ejecución de las múltiples tareas, tanto militares como políticas. En su condición de comandante general del Ejército Unido participó en las operaciones que condujeron al triunfo de los republicanos en la batalla de Junín (6.8.1824) y en las operaciones que siguieron hasta alcanzar las tropas el territorio de Andahuailas.

viernes, 30 de octubre de 2009

Nombre de los grados de Sucre

¿Quiénes lo acordaron?


La Junta Suprema de Cumaná
La Junta Suprema de Caracas
El General Mariño
El Libertador
El Dr. Zea, Vicepte. de Colombia
El Libertador
El -------------
El Congreso de Colombia








Nombre de los grados de Sucre

Oficial de Milicias regladas

Comandante de ingenieros

Teniente Coronel

Coronel General de Brigada

General de División

Gran Mariscal

General en Jefe de la R. de Colombia.


Dónde se lo acordaron (fechas, lugares y año)

En Cumaná 12 de julio de 1810

En Caracas 1810

En Güiria enero de 1813

En Guayana 1817

En Angostura 1819

En Quito 18 de junio de 1822

En Lima 26 de diciembre de 1824

En Bogotá 14 de febrero de 1825

jueves, 29 de octubre de 2009

Sucre en la Gran Colombia

  • Después que acudió en ayuda de la Gran Colombia, invadida por el peruano nacido en Cuenca, Ecuador, José de la Mar, a quien derrotó en Batalla del Portete de Tarqui.Tras la firma del tratado de Piura, marchó a Bogotá en un momento en que la Gran Colombia se encontraba ya en proceso de desintegración, fundamentalmente por movimientos separatistas como la Cosiata en su natal Venezuela. En la reforma constitucional de 1830 en la Gran Colombia, sus enemigos logran poner la norma que para ser presidente o vicepresidente se debían tener 40 años (Sucre tenía 35). Y también es muy probable que esto haya sido la causa de su asesinato. Con Sucre vivo, continuaría la visión política de Bolívar y la unidad de la Gran Colombia. Simón Bolívar, el cual describió la grandeza de Sucre con una bibliografía en la cual quedan plasmadas citas como ésta: El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol; es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Guerras en las que participio PARTE 1


1- La Batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito, en el Ecuador actual. El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras de Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del General Venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el Mariscal de Campo Melchor De Aymerich. La derrota de las fuerzas realistas leales a España condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que eventualmente emergió la República del Ecuador. Cuando amaneció, sin que Sucre lo supiera, los centinelas posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas Patriotas ascendiendo por las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces consciente de la intención de Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al volcán, ordenó a su ejército de 1.894 hombres ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre.


2- La batalla de Junín, fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas e independentistas, en el proceso de la independencia del Perú. La batalla se desarrolló en la pampa de Junín en el actual departamento de Junín, el 6 de agosto de 1824; la victoria de los independentistas, aumentó la moral de las tropas independentistas. En el año 1824 los realistas mantenían en su poder la sierra central y el Alto Perú. Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de emancipación con el Perú. Bolívar tenía un ejército de 8.000 hombres, equivalente en número al realista, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle del Mantaro y Alto Perú. Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del General Realista Olañeta que fracturo la defensa del virreinato y obligó al virrey a mandar sobre el Alto Perú parte importante de sus ejércitos, unos 5.000 regulares, bajo el mando de Jerónimo Valdez que tenían su base en Puno. Bolívar conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad para aislar a las solitarias fuerzas realistas situadas en el norte. En junio de 1824, Bolívar enfila su ejército hacia la sierra central del Perú para enfrentarse con el general realista José de Canterac.

martes, 27 de octubre de 2009

Guerras en las que participo PARTE 2



3. La Batalla de Ayacucho, fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las Guerras de Independencia Hispanoamericana (1809-1826). La batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinua en el departamento de Ayacucho, Perú, el 9 de diciembre de 1824. La victoria de los independentistas, significó la desaparición del último virreinato que seguía en pie, el del Perú, y puso fin al dominio colonial español en Sudamérica; sellando así la independencia del Perú con una capitulación militar que se transformaría años más tarde en tratado diplomático firmado en París el 14 de agosto de 1879. Antes del inicio de la batalla, el general Antonio José de Sucre arengaba a sus tropas:
"¡Soldados!, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia. ¡Soldados!: ¡Viva el Libertador! ¡Viva Bolívar, Salvador del Perú!." Antonio José de Sucre .

4. La Batalla del Portete de Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829 en el llamado Portete de Tarqui, a pocos kilómetros de Cuenca en Ecuador, entre tropas de la Gran Colombia, comandadas por Antonio José de Sucre, y tropas peruanas comandadas por José de La Mar.Tras la independencia definitiva del Perú, el país estaba en buena parte bajo el protectorado de la Gran Colombia por órdenes de Simón Bolívar, que controlaba estrechamente sus asuntos. Además, todavía estaba acantonada en Lima la 3ª División del ejército Grancolombiano que había colaborado en la independencia. Bolívar hubo de abandonar Lima en 1826, para intentar solucionar los graves problemas que se planteaban La victoria grancolombiana se debió en buena parte al enfrentamiento por separado contra cada batallón del ejército peruano, que en ningún momento actuó de forma unitaria y dejó sus batallones aislados los unos de los otros. El resultado de la batalla obligó a La Mar a aceptar las condiciones de Sucre, establecidas en el Tratado de Girón.

lunes, 26 de octubre de 2009

sábado, 24 de octubre de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

martes, 28 de abril de 2009

Conclusión de su vida.



La vida de Sucre fue un luchar continuo. Combatía contra las fallas humanas, contra los elementos, contra las distancias. Su preocupación por los servicios, por la eficiencia administrativa, llenó muchas de sus horas. Fue indoblegable en su actitud vigilante por la probidad. Castigaba sin vacilar, con rigor extremo, crímenes, vicios y corruptelas, pero fue magnánimo con enemigos y adversarios vencidos. Sobre todo resaltan en Sucre sus conceptos del patriotismo americano, del honor, de la gratitud y la lealtad.


En la última carta de Antonio José de Sucre a Simón Bolívar, escrita en Bogotá el 8 de mayo de 1830, consta "...el dolor de la más penosa despedida...", y así de su propia mano escribe: "No son palabras las que pueden fácilmente explicar los sentimientos de mi alma respecto a Ud.: Ud. los conoce, pues me conoce mucho tiempo y sabe que no es su poder, sino su amistad la que me ha inspirado el más tierno afecto a su persona. Lo conservaré, cualquiera que sea la suerte que nos quepa, y me lisonjeo que Ud. me conservará siempre el aprecio que me ha dispensado. Sabré en todas circunstancias merecerlo. Adiós, mi general, reciba Ud. por gaje de mi amistad las lágrimas que en este momento me hace verter la ausencia de Ud. Sea Ud. feliz en todas partes y en todas partes cuente con los servicios y con la gratitud de su más fiel y apasionado amigo"

martes, 21 de abril de 2009

Sus últimos dias

El asesinato de Sucre fue como una “Crónica de una muerte anunciada”, ya que el mismo fue planificado y ejecutado con alevosía, ensañamiento, ventaja y premeditación. Si el mariscal se hubiese ido por Buenaventura, allí lo esperaba el general Pedro Murgueitio para darle muerte; si optaba por la vía de Panamá lo acechaba el general Tomás Herrera, y desde Neiva lo vigilaba el general José Hilario López. El Libertador, que rara vez se equivocaba en sus sentencias, exclamó: “...Yo pienso que la mira de este crimen ha sido privar a la patria de un sucesor mío...” Bolívar que estaba enfermo en la costa del Atlántico, al conocer el luctuoso suceso, exclamó: "¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!... La bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quitó la vida".

Durante mucho tiempo se corrió la noticia que fue el general Juan José Flores, compatriota y compañero de gestas independentistas quien había ideado el crimen, debido a la simpatía del pueblo quiteño al Mariscal y la posibilidad de éste, al radicarse en Quito con su esposa, la quiteña Mariana de Carcelén (Marquesa de Solanda y de Villarocha) y su hija, de convertirse en el primer presidente del Ecuador – como ocupó las presidencias de Bolivia y Perú –, cargo que ocupó Flores desde 1830.El Libertador Simón Bolívar le escribe una carta a la viuda del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, doña Mariana Carcelén, agradeciéndole el ofrecimiento de conservar la espada de su esposo el 5 de noviembre de 1830. De esta manera la Marquesa de Solanda cumplió con una de las cláusulas del testamento de Sucre, sin embargo Bolívar en su propio testamento ordenó que la espada del prócer cumanés fuese devuelta a su esposa Doña Mariana Carcelén. Los restos mortales del Mariscal Sucre fueron llevados a Quito por su esposa, la marquesa de Solanda, y mantenidos en secreto en su hacienda en el Valle de los Chillos. En 1832 y cumpliendo la voluntad de Sucre, que deseaba ser enterrado en la capital ecuatoriana, son depositados en el Convento del Carmen Bajo, y posteriormente fueron llevados a la Catedral Metropolitana de Quito, donde ocupa una capilla. Se ha planteado repatriar sus restos a su patria, Venezuela, para ser colocado en altar que para él está diseñado en el Panteón Nacional, en Caracas. En su honor fue bautizada una ciudad de Bolivia, el estado donde nació y varios municipios en Venezuela, un departamento de Colombia y la moneda del Ecuador.